sábado, 13 de octubre de 2012

LAXE DE AGUEIRO - BOIRO

LAXE DE AGUEIRO
BOIRO
CORUÑA

 

     En el Mar de Arousa, donde cuenta la tradición que hacia el año 44 d. de c. entró en Galicia el cuerpo del Apóstol Santiago traído por sus discípulos Atanasio y Teodoro, se encuentran las tierras de Boiro, al pie de la mitología de la Sierra del Barbanza.

     
     La etimología del topónimo Boiro divide a especialistas y estudiosos. Quizás la opción más extendida sea la que se le da este nombre una equivalencia a bruma o niebla; otros en cambio creen que puede derivar de “Bouro”, “bo-ouro” buen oro, término que haría referencia a la calidad que este preciado metal tenía por estos lugares en la antigüedad; o de “Budetum” espadañal.

 

     Por último no faltan aquellos investigadores que afirman que el topónimo Boiro tiene un origen histórico, derivada de un prolongado asentamiento o influencia en este litoral de la tribu sueva de los Burios.
 

     Sea como sea, el espacio que hoy conocemos como Boiro está poblado desde tiempos muy remotos, auque no se sabe con exactitud desde cuando.

 

     En el estado actual de las investigaciones sobre el Paleolítico gallego se está a discutir la posibilidad de datar las primeras evidencias materiales del Paleolítico Medio o Modo Técnico II (Achelense). 


     De confirmarse la ocupación humana a finaless del Paleolítico Medio sería poco probable la localización de vestigios en la zona de Boiro; ya que por la información que se dispone en estos momentos, las áreas de ocupación y explotación de estas primeras sociedades de cazadores-recolectores galegos se alejan de las características del territorio boirense. 


     Cuando hablamos del Paleolítico Inicial barajamos unas fechas de 2.000.000/1.500.000 – 100.000 BP. Paleolítico Medio: 100.000 – 35.000 BP. Paleolítico Final: 35.000 – 10.000.

 
     
     A día de hoy, existen yacimientos gallegos como "Cova da Valiña" o "as Gándaras" de Budiño que parecen adscribirse al AChelense (120.000 anos BP), aún que con dudas. Existen un elenco considerable de yacimientos del Paleolítico Superior, y ninguno de ellos en la zona el Barbanza.

     
      Sin entrar en precisiones cronológicas en cuanto a los primeros pobladores de este espacio y teniendo en cuenta los testigos materiales con que nos encontramos, se sabe que dentro de los límites boirenses están ampliamente representados tres momentos de la protohistoria gallega. 


     Así, encontramos las huellas de la Cultura Megalítica, representada por los 49 yacimientos (“antas” y “mámoas”)identificados en el catálogo de yacimientos arqueológicos del propio Ayuntamiento, sin tener en cuenta el nuevo hallazgo en Amañecida, sumando un total de 50 catalogadas legalmente, con más de 4000 años de existencia.

     
     También hay vestigios del arte rupestre al aire libre. Las últimas investigaciones ponen de relieve que existe arte al aire libre en época paleolítica, como por ejemplo en Foz Côa (Portugal), y que el mayor auge de los petroglifos se puede afirmar que es entre el III mil y mediados del II mil BC; aunque los gravados en la roca se seguiran haciendo hasta hoy en día.

     
     Antas o dolmen como la “Casota do Páramo” y la “Arca do Barbanza” (monumento funerario megalítico), petroglifos como los de Agüeiros, Bealo o “Laxe da Cabra” y “castros” como el “Coto da Moureira”, “Achadizo” o el de Neixón (fechado en el siglo VI a. de C., es unos de los asentamientos “castrexos” gallegos de mayor antigüedad), conjunto de riqueza de las primeras manifestaciones culturales testimoniales en Boiro. Riqueza que hace de Boiro uno de los Ayuntamientos gallegos más importantes en cuanto a yacimientos arqueológicos.

 
   
      Pero el patrimonio cultural boirense no termina en las tantas veces mitificadas construcciones de la prehistoria.


      La importante riqueza minera que en otro tiempo poseyeron estas tierras (oro, estaño, ...) no pasó desapercibida para los gobernantes de la Roma Imperial, y el águila romana también planeó por estos lugares.

 
     Así, en aquellos tiempos del Imperio, para una mejor administración del territorio conquistado, los romanos atravesaron estos parajes con calzadas y establecieron fuertes destacamentos. 


     López Ferreiro, historiador del siglo XIX, nos da noticia de la vía romana que, bordeando el litoral atlántico, nacía en Caldas de Reis, para dirigirse posteriormente a la actual parroquia boirense de Bealo (“Vialo” en los documentos antiguos), atravesando los ríos Beluso y Brea. 


     Aquí el vial dejaba las fértiles tierras del valle para trepar por las laderas del Barbanza, encaminándose a la también parroquia boirense de Cures, por los lugares de Velles de Abaixo y Velles de Arriba, y posteriormente dirigirse hacia las vecinas tierras noiesas atravesando la sierra. 


     También, uno de estos destacamentos romanos debió alojarse en el cercano “Castelo de Vitres”, que tal vez deba su nombre a la Legión VI Victrix.

  
     En la actualidad se pueden encontrar tramos de esta calzada, que, si bien sufrieron transformaciones a lo largo de su dilatada existencia, dan idea de este secular vial y de la importancia que desde la antigüedad tuvieron estas hermosas tierras.
   
 
MAPA


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XOAN ARCO DA VELLA

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