CASTILLO DE CHAVES
CHAVES
VILA REAL
Historia
La ocupación humana de la zona se remonta a un castro pre-romano que, tras la invasión romana de la actual península Ibérica, se convertiría, a partir del año 78, en la sede de la municipalidad de Aquae Flaviae, fundada por Tito Flavio Vespasiano.
Para salvar el río, que cortaba la calzada romana entre Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga, en España), se construyó el puente de Trajano (siglo I d.C.). Se cree que de este período también sería la primera muralla que rodea la ciudad.
A partir del siglo III, la ciudad fue escenario de invasiones por parte de los suevos, más tarde por los alanos y los visigodos, hasta que, a principios del siglo VIII, llegaron los musulmanes. Los nuevos conquistadores reforzaron la fortificación por los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes hasta el siglo XI.
Chaves fue reconquistada a los moros por Alfonso III de León (866-910), y sus defensas reconstruidas. El primitivo castillo se atribuye al conde Odoario, en el siglo IX. Sin embargo, en el primer cuarto del siglo X Chaves volvió a caer en manos de los musulmanes.
Alfonso III de Portugal (1248-1279) decidido a reconstruir sus defensas, y otorgó el primer fuero a Chaves en 1258, con derechos similares de Zamora, en el reino de León. En esta época se reconstruye el castillo, levantándose la torre del homenaje con la contribución de de los habitantes de los términos de Chaves y Montenegro. Según algunos autores, la torre se levantó en respuesta a la construcción del castillo de Monterrey, en el lado opuesto de la frontera, en el reino de Galicia.
Dinis de Portugal (1279-1325), sucesor de Alfonso III de Portugal, continuó el trabajo, completando la torre del homenaje y la cerca de la villa.
Durante la crisis de 1383-1385, la ciudad de Chaves se puso del lado de Beatriz y Juan I de Castilla. Después de la batalla de Aljubarrota (1385), las fuerzas del Condestable don Nuno Alvares Pereira pusieron cerco al castillo entre enero y abril 1386, siendo rendido por su capitán general, Martim Gonçalves de Ataíde. En recompensa, Juan I de Portugal donó los dominios al Condestable, quien los legó como dote a su hija Beatriz, por su matrimonio con Alfonso, primer duque de Braganza. Por esta razón, algunos autores llaman también al castillo de Chaves como castillo del duque de Bragança.
El castillo volvería a la acción durante la Guerra de la Restauración, después de haber sido actualizadas las defensas y adaptándolas a la moderna artillería. Para ello, entre 1658 y 1662 se reconstruyeron las murallas de la villa, más bajas, con trazado abaluartado, fosos secos excavados, colocadas pilares en el Alto de la Trinidad, y construidos el revellín de la Magdalena y el fuerte de San Francisco, bajo la dirección del gobernador militar, don Rodrigo de Castro, conde de Mesquitela. En una segunda etapa, entre 1664 y 1668 el pilotaje de la Trinidad Superior dio paso a fuerte de San Neutel, bajo la dirección del gobernador militar, el general Andrade y Sousa.
En el contexto de la Guerra de la Independencia de nuevo se recortan estas defensas. Con la paz, las murallas de Chaves estaban siendo absorbidas por el progreso urbano, como se observa en la Puerta do Anjo y La Rua do Sol.
En el siglo XX, Chaves se convirtió en ciudad el 12 de marzo de 1929, siendo su castillo declarado Monumento Nacional por Decreto publicado el 22 de marzo 1938.
A finales de 1950, la Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales (DGEMN) iniciaron una serie de intervenciones de consolidación, limpieza, restauración y reconstrucción de sus defensas. El trabajo continuó a lo largo de los años 1960 y 1970, culminando en 1978 con la instalación de un museo histórico-militar en la torre del homenaje de un castillo medieval. En él, se exponen a los visitantes armas, uniformes, banderas, dibujos y planos de la Edad Media hasta nuestros días. La década de 1980 estuvo marcada por la implementación de diversas mejoras realizadas y la investigación arqueológica en los jardines del castillo, al sur de la torre del homenaje (1985), mientras que el 1990 se ha dado prioridad a la rehabilitación de las zonas de Fort Saint Francisco y Fort do Sao Neutel.
Parte de la muralla se derrumbó en 2001, debido al mal tiempo en la región. Alrededor de una semana después de la reconstrucción completa, el baluarte se volvió a desmoronar de nuevo. La investigación identificó como causas de la caída que la recuperación no se había hecho con pilastras y que no se había recuperado el espacio superior del baluarte, donde había pequeños huertos.
Un concurso para la nueva reconstrucción se inició en 2004 y las obras fueron terminadas en 2007.
Descripción
El conjunto está formado por el castillo medieval, situado en una posición dominante en la ciudad, con planta rectangular y formado por la torre del Homenaje y las fortificaciones abaluartadas al estilo Vauban.
Del castillo medieval sobrevivió sólo una parte de la muralla y el castillo fortaleza. Esto presenta planta cuadrangular de 3,5 por 20 metros de lados, y unos 8,5 metros de altura, dividida internamente en la planta baja (cisterna) más tres plantas con techo de bóveda de cañón. Sus paredes de granito presentan algunas saeteras y en el lado del este, y balcones de madera. La torre está coronada por almenas y merlones. Se accede a la primera planta mediante una escalera de piedra en un ángulo, con guardas también de piedra, y una puerta en arco con moldura torada y coronada por un escudo real.
La barbacana de la torre, recorrida por el adarve, presenta en la fachada suroeste una puerta en arco, defendida por un matacán rectangular. En la fachada noroeste pueden verse matacanes similares, así como otros circulares en las esquinas. El acceso a adarve se hace por un matacán con pasarela desde el segundo piso de la torre.
El conjunto está parcialmente rodeado por un jardín de arte.
Propiedad y uso
Está clasificado como Monumento Nacional.
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Fuente: Web Castillos.net
XOAN ARCO DA VELLA
