sábado, 20 de septiembre de 2014

ENCUENTRO HOSPITALEROS - PONTEVEDRA

ENCUENTRO DE HOSPITALEROS
CAMINO PORTUGUÉS A SANTIAGO
13 de Septiembre 2014


     Ochenta hospitaleros participaron este sábado 13 de septiembre en el Hotel Galicia Palace del encuentro entre Pontevedra y la ciudad portuguesa de Barcelos sobre el Camino Portugués a Santiago.


    

     Bajo el lema 'Barcelos e Pontevedra, cidades irmáns tamén no Camiño Portugués de Santiago', hospitaleros procedentes de albergues de Santiago, Mesa de Pedra de Pontecesures, Vilanova de Arousa, Ponte de Lima, Barcelos, Oporto, Guimaraes, Braga, Esposende y Pontevedra participaron durante sesiones de mañana y tarde de las ponencias para conocer detalles sobre el camino cristiano.


     

     Las ponencias corrieron a cargo del profesor Carro Otero que analizó la hospitalidad en el Camino destacando algunos ejemplos señeros y también por el director gerente del Xacobeo, Rafael Sánchez Bargiela, que expuso detalles sobre el plan director del Camino de Santiago.


 

BREVE RESEÑA HISTORICA
     El Camino Portugués a Santiago se asienta sobre  la depresión meridiana que recorre el Norte de Portugal y el Sur de Galicia, siguiendo los pasos de la vía romana XIX, según el itinerario de Antonino redactado en el siglo I de nuestra era. 


     Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago, en el siglo IX, y sobre todo en los siglos XII, esta vía fue la utilizada, como vía principal por los peregrinos  que se acercaban a orar ante los restos del Apóstol. 


     Decimos principal porque en ella confluían las demás vías que desde las distintas poblaciones del Norte de Portugal y del Sur de Galicia utilizaba cada peregrino.




     Las descripciones de viajes de Portugal a Santiago, no son necesariamente de peregrinos sino más bien itinerarios que van siguiendo los caminantes por motivaciones varias, no obstante vamos a exponer algunos datos de la historia de Portugal que muestren su vinculación con el Apóstol.


    Durante el siglo IX, tiempo en que se descubre la tumba del Apóstol, la zona de Portugal comprendida entre los ríos Miño y Duero, es una parte más de los reinos cristianos con una identidad común a la antigua Gallaecia romana.


    La Sede Arzobispal de Braga, pretende rivalizar con Santiago en el culto creciente al Apóstol. La importancia de los lugares  de culto estaban relacionados con las reliquias de Santos, el Arzobispo de Braga S. Geraldo, afirmaba que si bien el cuerpo de Santiago que había muerto degollado, estaba en Compostela la cabeza se encontraba en Braga llegando incluso, para apoyar su tesis, a adquirir las reliquias de un santo que se llamaba Santiago.


 
     La crispación del Arzobispo de Santiago Diego Gelmirez, dio lugar al llamado "pío latrocinio" por el que se trajeron reliquias de santos de la catedral de Braga a la de Santiago, parte de las cuales fueron devueltas en el año 1994 por el Cabildo de Compostela al de Braga.



    En el 1.385 se produce la batalla de Aljubarrota en la que las tropas dirigidas por Nuño Alvarez derrotan a las del Rey de Castilla,  fomentándose posteriormente el anticastellanismo, lo que conduce a un cierto abandono del culto al Apóstol.



     Pese a la tradicional protección de Santiago, la influencia inglesa en el anticastellanismo hace que se abandone Sant Iago como Patrón y se escoja a San Jorge.



     Durante la Edad Media las peregrinaciones de gentes portuguesas fueron constantes participando en ella todas las clases sociales.



     El distanciamiento intencionado de la monarquía portuguesa del culto al Apóstol Santiago, no impidió que el pueblo, sobre todo en el Norte de Portugal, continúe profundamente unido a esta devoción, dando lugar al dicho portugués "quién no va en vida a Santiago, allí irá después de muerto".




     
     Otro dicho portugués afirma que cada vez que se bate una venta se afirma que es una “alma” que se dirige a Santiago.



     

     Con independencia de los itinerarios descritos por viajeros, generalmente extranjeros, que recorren Portugal en peregrinación a Santiago y que nos dan una visión de la peregrinación real, hay tres hechos que confirman la importancia de esta vía y que se integran en la misma como leyenda o realidad.


        En primer lugar la conexión de Padrón con Santiago. Es en Padrón donde amarraron la "barca" y desembarcaron el cuerpo del Apóstol. Barca "de pedra" o bien "da pedra" que podía hacer alusión al tráfico de estaño. El camino de Padrón a Santiago queda estructurado a través de la antigua Iria y Castro Lupario constituyendo un eje fundamental para comprender el sentido de la peregrinación.



      Un segundo elemento lo constituye la leyenda del famoso gallo de Barcelos en Portugal, que cuenta como un peregrino gallego es salvado de la horca por intervención del Apóstol Santiago. Este milagro es conocido en Barcelos como el milagro del colgado descolgado, y su recuerdo pétreo figura en el museo arqueológico de Barcelos. El gallo de Barcelos se ha convertido en el emblema de la ciudad y de Portugal.




     Existe un paralelismo entre el milagro del gallo de Barcelos, en el Camino Portugués, y el de Santo Domingo de la Calzada, en el Camino Francés, en donde "cantó la gallina después de asada". La pervivencia en el espacio del milagro jacobeo evidencia el sentido de la peregrinación y la pervivencia en el tiempo de la tradición tan arraigada en el Norte de Portugal.



     El tercer aspecto es la vinculación de Pontevedra a la peregrinación. En el siglo XII, Fernando II de León y Castilla, concedió la villa de Pontevedra y la tierra de Cotobade a la iglesia de Santiago, como satisfacción del agravio hecho por el tribunal del rey a unos peregrinos, según se indica en un antiguo documento, que se encuentra en el Museo de Pontevedra El siglo  XVIII vuelve a ser un período en el que las peregrinacións a Compostela de gentes portuguesas vuelven a ser notables entre ellas la  del “pícaro”  italiano Nicola Alabani.




     

     En los primeros años del siglo XIX, es el Camino Portugués el único de los Caminos que mantiene la peregrinación, por los peligros que encerraba el Camino Francés y el XX vuelven a bajar las peregrinaciones y salvo escritos de algunos eruditos, como Casto Sanpedro, Sánchez Cantón, Filgueira Valverde o García Alén así como el Museo de Pontevedra que mencionan y mantienen viva esta vía como vía de peregrinación, no se conocen referencias de peregrinos.


     Será precisamente en las últimas décadas del siglo XX  cuando, aprovechando el resurgimiento del movimiento jacobeo, con la aparición de Asociaciones de Amigos del Camino, el  Camino Portugués vuelve a revitalizarse



     En el Año 93 nace la Asociación de los Amigos del Camino Portugués a Santiago.



     Los Amigos del Camino Portugués inician su estudio, recuperación y señalización (1993)  y presentan al Xacobeo su propuesta de incluirlo dentro de los Caminos de Santiago



     La Asociación realiza diversas peregrinaciones y actividades, entre las que se encuentra la visita al Parlamento Europeo en 1997, recibidos por Enrique López Veiga para que  sea considerado como Itinerario Cultural Europeo, la respuesta posterior es que la denominación de Itinerario Cultural es genérica para todos los Caminos.



     En el Año 1998, la peregrinación del actual Presidente español Mariano Rajoy, de aquella ministro de Administraciones Públicas por el Camino Portugués, con gran difusión mediática , supuso un gran lanzamiento del Camino Portugués



     En el 1999 Año, se construyen los primeros albergues, Padrón, Pontevedra, Redondela, Tui y  el Camino pasa a tener 12.000 peregrinos los que lo convierte en el Camino revelación.



     Desde ese momento el Camino sigue creciendo hasta este año en que alcanzaremos previsiblemente 32.000 peregrinos casi la misma cifra que en el Año Santo de 2010 (34.147), pero con la circunstancia de que en el Año Santo son muchos los peregrinos gallegos que aprovechan para ganar las gracias jubilares, (grupos de iglesia, colegios, etc), mientras que este año (2013) son peregrinos de todas las partes del mundo.



Fuentes: Pontevedra Viva - Tino Lores
XOAN ARCO DA VELLA

IGLESIA DE SAN PEDRO - BEMBIBRE

IGLESIA DE SAN PEDRO
BEMBIBRE
TABOADA
LUGO


     Taboada, entrada natural a la Ribeira Sacra, debe su nombre a un puente de "táboas" de madera que con anterioridad a los romanos se anclaba en los alrededores. 
 

     Encajado entre las escarpadas riberas del Miño y las tierras altas de la Sierra da Pena (851 m.), monte Maxal (890 m) y San Cristóbal (825 m), sus fértiles llanos regados por las cuencas de los ríos Moreda, Toldaos, Vilela y Enviande crearon lugares y paisajes de enorme belleza natural como Ponte das Pedras, masas boscosas como las de Gondulfe y Moreda, y escalonadas riberas fluviales como las de Xián.



     Numerosos castros como "A Pena dos Mouros", en Friamonde; Cumbraos; las "huellas pétreas" de Moreda que la tradición consagra como pasos de la Virgen; o la vía romana que atravesaba sus tierras de Norte a Sur a juzgar por el hallazgo de restos de columna utilizados para la Pía de Agua de S. Martiño de Mato, demuestran su ancestral pasado. Con la precoz cristianización y amparada por cuatro castros, nació Taboada dos Freires, transformada, a instancias de los templarios, en iglesia románica en 1190 por el Maestro Pelagio.



     Destaca sobre el conjunto la iconografía del tímpano, la sillería isódoma de granito de los muros, la decoración de los canecillos del alero, la cruz antefija del piñón del tejado del presbiterio, la ventana del ábside con arquivolta y molduras y las pilas de agua bendita, decorada con un cordón anudado, y la bautismal.



     El arte de Pelagio pronto se extendió por toda la comarca. Otra muestra es la iglesia de San Pedro de Bembibre (1191) con portada principal con tres arcos sobre columnas y curiosos capiteles, uno de ellos con figura humana con bolsa al cuello, muro Sur con puerta con doble arquivolta, ábside interior con bóveda de cañón, retablo barroco y sepulcro de Taboada Ribadeneira; la de Cerceda, de la segunda mitad del XII, con gran colección de canecillos; la de Piñeira, con su singular ábside románico con un primer tramo recto o sus ventanas saeteras y curioso baldaquino y las de Bouzoa (XIII), de arquitectónica armonía; Arxiz, Castelo, Frade, Ínsua y tantas otras.



      Solar monumental, Taboada también es conocida por su patrimonio civil. A su retahíla de hórreos y cruceiros hay que añadir las casas grandes de Soñán, Vidás, Buín, Moreda, Relás, Penedo y Carreira de Sobrecedo, el pazo de Vilar del Marquesado de Figueroa y el de A Nogueira, en Cicillán.



     Este último, del que fue primer propietario D. Rodrigo Suárez Moure, luce planta cuadrangular con cuerpo a su izquierda con escalera y a la derecha con saliente y puerta adintelada, sobresaliendo chimenea con pináculos y gárgolas.



     De sillería de granito, también ostenta capilla, portalón y escudo heráldico ovalado.



     Pero sin duda el más sobresaliente es el de San Pedro de Bembibre. Fortaleza de 1413 de la influyente estirpe de los Taboada, en forma de U con torre adosada de tres andares y remates almenados, soberbia fachada, patio central, oratorio en planta alta y cubierta a cuatro aguas, con piedra armera en puerta principal con símbolos de cuatro tablas de doña Taba, fundadora del linaje, rodeadas de ocho calderos y al timbre corona condal.



     Y en el Alto de Castelo, el Pazo de Perrelos (1650) de Lope Reimundez. Un sobresaliente ejemplo del barroco dieciochesco gallego con arcadas en planta baja asentadas en pilastras, prolongada solana superior con pilares y barandas, romántico jardín y alta cerca que lo bordea.



     Y de la piedra al agua del embalsado cauce del Miño, no sin antes dar una vuelta por el Área Recreativa de A Medela.



     Situados en Mourulle, el puente de hierro y el pantalán sobre el río nos permite apreciar un encantador paisaje de bancales y viñedos que confluyen en las remansadas aguas. Es un reconfortante espejismo con cuya imagen nos despedimos de estas egregias y legendarias tierras.



Bembibre
     Parroquia perteneciente al arciprestazgo de Insua e Taboada. En 1991 contaba con 157 habitantes distribuidos entre las entidades de población de Carballas, Casilla, Deilás, Fiunte, San Pedro, San Roque y Seixas, con una densidad media para el mismo año de 28 hab/km2. La iglesia parroquial es de estilo románico y aparece citada en un documento del año 1289.



Iglesia de San Pedro de Bembibre
     Iglesia del siglo XII. Nave rectangular y ábside semicircular, con sacristía adosada al alzado S de la nave. Muros de sillería de granito y cubierta de teja a dos aguas.



     La puerta principal es abocinada, de medio punto, tres arquivoltas, columnas en tres órdenes y capiteles historiados.



     La puerta S. es de arco de medio punto de baquetón, con columnas en dos órdenes, capiteles y fustes estriados. Conserva en el tejaroz varios canecillos de ornamentación geométrica. Poyo corrido de piedra en el interior de la nave y primer tramo del ábside.



     La espadaña que remata el frontis es de dos cuerpos, con dos vanos el inferior y uno el superior. En el presbiterio se conserva una sepultura de los condes en el presbiterio.

MAPA
XOAN ARCO DA VELLA

PAZO FORTALEZA DE VILAMARÍN

PAZO FORTALEZA DE VILAMARIN
BORULFE
VILAMARÍN
OURENSE


     Sus orígenes son oscuros. Toda jurisdicción reclama para su gobierno y defensa una torre o fortaleza. La jurisdicción de Vilamarín, hasta finales del siglo XIV, fue señorío real, pertenecía al Rey, aunque, como acontecía siempre, la gobernase en su nombre un caballero. 


     Por otra parte, era reducido el espacio geográfico que comprendía,- aún en el siglo XVIII, las parroquias de Vilamarín, Boimorto, Río y Tamallancos-, que no respondían militarmente a ningún punto estratégico.


     Estas circunstancias determinaron posiblemente que la jurisdicción de Vilamarín pudiese ser administrada con relativa facilidad desde otro castillo real de cierta entidad territorial, y no contase con torre propia. Por ejemplo, desde el castillo de Alva de Búbal; desde él, en efecto, hemos visto en el siglo XIII a Fernán Peláez de Tamallancos gobernar toda la amplia tierra de Búbal, en la que radicaba Vilamarín.
          


     Hasta 1372 en que Enrique II dona el coto y jurisdicción de Vilamarín a Alfonso Ougea de Vilamarín y sus descendientes no era menester una casa-fuerte privativa en el territorio y sólo a partir de entonces se habrá pensado en construirla.


     El solar fue el llamado “Casal de Bouzoaa”, de dominio de Oseira. En 1321 el foratario lo arrienda por ocho años a Gil Fernández de Vilamarín. Ya tenemos la base. Una anotación de Oseira nos dice que este “Casal de Bouzoaa” fue después el “sitio de la casa de Vilamarín”. 


     Se habrá renovado el foro a favor de los señores de la casa; estos habrán levantado allí la fortaleza pagando el tributo, pero poco a poco fueron haciéndose remolones al pago y acabaron alegando dominio y posesión. Sabemos que hubo litigio con el Monasterio a principios del siglo XVI y presumimos que terminaría amistosamente. Por todo ello, cabe suponer que no se levantó la casa-fortaleza hasta la primera mitad del siglo XV.


     No se pueden detallar las modificaciones que habría sufrido la casa desde entonces. Pero queremos deshacer dos tópicos equivocados.


     Se viene diciendo que la fortaleza “fue derribada por los Irmandiños” en 1467. Tal afirmación es gratuita, no se conoce documento que la fundamente. Otra afirmación más grave que se viene haciendo es que la fortaleza de Vilamarín “perteneció al Conde de Ribadavia”. Es totalmente falsa.


     Su fisonomía es más bien de un castillo-fortaleza de corto alzado que se responde a los gustos y necesidades de la baja Edad Media. La planta del edificio se aproxima en su formulación geométrica a un hexágono. 



     De él sobresalen, en cinco de sus ángulos, torres de defensa con matacanes en voladizo, apoyados sobre grandes canzorros. Tres de estas torres son de sección circular, aún cuando el círculo queda abierto por el lado en que se unen al cuerpo del edificio.


     Otra torre semicircular adosada a un lienzo de pared se encuentra en la fachada principal con orientación N.O. y hace pandán con la torre situada en el ángulo norte, dejando entre ambas el hueco del portalón de entrada.


     La casa-fortaleza es accesible por el lado N.O., donde está el portalón y el S.O. Esos lados están protegidos por una barbacana de unos seis metros de altura, con camino de ronda y saeteras que enlazan entre sí los torreones de defensa. Las alas del edificio orientadas al N.E. y S.E. no tienen barbacana, pues el terreno desciende con gran desnivel. 


     El edificio tiene ventanas rectangulares en el piso alto. A nivel más bajo hay dos ventanas que responden a un salón situado a nivel intermedio. El portalón de entrada, de arco de medio punto, presenta enmarcada la puerta en su exterior con dovelas y jambas de cuidada sillería.


     La cubierta del edificio se une a los muros mediante una cornisa moldurada, interrumpida por caños-gárgolas. Se completa la cubierta con dos chimeneas, correspondientes a la cocina y al salón. Sobre la balaustrada del matacán de la torre del oeste hay un artístico reloj de sol.


     El interior del edificio presenta las dependencias alrededor de un patio con galería abierta en torno a la altura del piso alto. Una escalera de piedra arranca del patio y sigue hasta el piso superior. Este piso presenta una serie de hermosos salones comunicados entre sí y con acceso directo a través de la galería que recorre el patio en sus cuatro lados. 


     La pieza más interesante es la que correspondía a la cocina, que presenta lareira con campana, apoyada sobre dos pilares con capiteles moldurados.


     En las inmediaciones del castillo está la capilla dedicada a San Gregorio Magno. Sencilla, de planta rectangular, puerta principal con rosetón encima y espadaña de dos cuerpos, así como otra puerta lateral que mira al castillo. Estuvo primitivamente más alejada, aunque en tierras de la casa.


     Podría establecerse la siguiente cronología para este conjunto: cimientos y calabozos, siglo XIV. Fortaleza: cubos, portalón de entrada, camino de ronda y torreones, escudos heráldicos y patio, siglo XVI, segundo tercio. 



    Antigua capilla, después edificio del mayordomo y en la actualidad casa sin uso definido, reestructuración del ala oeste del edificio, sobre todo los cubos de la muralla de esta zona: 1661, maestros de cantería Domingo de Rivas, Pedro García y Antonio Rodríguez. Salones y cocina, siglo XVIII, además de la actual ermita y posiblemente el edificio de las antiguas caballerizas. Hórreo desaparecido, conservándose únicamente los pilares: siglo XX, primera mitad.

MAPA
XOAN ARCO DA VELLA