Una veintena de personas descubre los matices del Licor Café de Galicia en el Fórum Gastronómico de A Coruña
La enóloga Sonia Otero dirigió la sesión en la que se degustaron los tres destilados ganadores en las Catas de Galicia
El Consejo Regulador de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia ha ofrecido esta tarde una cata temática de Licor Café de Galicia en el Fórum Gastronómico. La sesión fue impartida por la enóloga Sonia Otero, quien explicó a la veintena de personas asistentes los distintos matices que se pueden distinguir en estos destilados.
Más concretamente, se degustaron las tres marcas ganadoras de los Potes de Ouro, Prata y Bronce de las Catas de Galicia 2018. Con anterioridad, las personas asistentes cataron un Orujo de Galicia con el fin de “saber cuál es la base de todos los destilados amparados por las distintas Indicaciones Geográficas del Consejo Regulador”, explicó Sonia Otero. Además también se cató un Licor Café de Galicia genérico como punto de partida a la degustación de las referencias ganadoras de las Catas de Galicia.
Como complemento a esta degustación, y para mostrar la versatilidad de estos productos en la gastronomía, la cata comentada finalizó con una degustación del Helado de Licor Café de Galicia elaborado por la empresa Xearte Brigitte. La propia gerente de este establecimiento localizado en Santiago de Compostela, Brígida Hermida, se encargó de explicar al público algunos detalles sobre su proceso de elaboración.
Esta cata comentada, abierta al público, se desarrolló en el Aula de Catas e Degustacións del stand Galicia en Cata que la Consellería do Medio Rural tiene en el Fórum Gastronómico. Esta propuesta se incluye dentro del programa de las 35 experiencias de Calidade promovidas por el AGACAL.
Castro Laboreiro Castro Laboreiro es uno de los pueblos más emblemáticos de la region Minho resultado del aislamiento que ha sufrido en el pasado, lo que permitió llegar intacto hasta nuestros días, los aspectos del patrimonio histórico y cultural de la localidad, como la arquitectura, el paisaje y la forma de vida de su gente, hoy en día también marcado por un fuerte espíritu de comunidad. aldeia-castro-laboreiro-peneda-geres
Antiguo ayuntamiento medieval, está situado en el extremo norte del Alto Miño en Portugal.
Siendo un pueblo situado en la montaña, a más de mil metros de altitud, significó que los castrejos defendieron sus costumbres y tradiciones de todas las influencias extrañas, y que aún persisten.
Una de estas tradiciones es la "inverneiras" y "brandas". A mediados de diciembre, con la llegada del frío y las nevadas, las poblaciones de Castro Laboreiro llevan su ropa, utensilios para el hogar, la agricultura y el pastoreo de ganado ", acuden en tropel a los valles, donde tienen una segunda residencia y un segundo pueblo ".
(Roca, 1993). Y están en la "Inverneira", al abrigo del frío hasta mediados de marzo.
"El pueblo de Castro Laboreiro fue siempre conetado, por sus migraciones nómadas ... Esto no es una trashumancia, pero la migración global - el ganado, la gente, el ganado y los medios de vida, dejando esos lugares totalmente desolados.
" Sampaio (1991) hace referencia a las tradiciones Castrejas cuando dice: "Ricos en tradiciones y costumbres, se puede poner de relieve la experiencia de la comunidad y los cambios periódicos de mayor población indígena, denominado "brandas" para los llamados "inverneiras" cuando llega el frío y viceversa, en principios de la primavera."
Los montes laboreiro La sierra del laboreiro se inserta en el Parque Nacional de Peneda-Geres y su morfología es caracterizada por la existencia de altas montañas, laderas empinadas y acantilados, que están situadas a más de 1.000 metros, alternando con profundos valles de vegetación exuberante.
Atravesada por muchas afuentes que desembocan en el río laboreiro que forman valles de vegetación densa que se transforma en diferentes escenarios en las diferentes estaciones.
La ocupación de la montaña de laboreiro estuvo siempre vinculada a la explotación de los recursos naturales, marcado por una ocupación estacional, que predominaba el pastoreo y la agricultura, con la ocupación de algunos de los lugares más altos a lo largo del verano y junto al rio en el invierno.
Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que me acompañaron en la salida fotográfica a Lamas De Mouro y Castro Laboreiro.
Gracias a todos vosotros que creasteis un ambiente fantástico de principio a fin.
Agradecer a todos la compañia en ese día y en especial a Anabela Garelha, técnico de la oficia de la Porta de Lamas de Mouro -Melgaço PNPG, a Antonio y Sonia de JUST NATUR GUESTHOUSE de Castro Laboreiro.
No me olvido tampoco de los amigos y amigas de la asociacion fotográfica Bauler@s.
Petos de Ánimas Los petos de ánimas son una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos, de la devoción de las ánimas; no deja de hablarnos de las ideas muy profundas en la mentalidad gallega sobre la vida y la muerte.
Afirman los historiadores y etnógrafos que el peto de ánimas surge después del siglo XVI, en la situación político-religiosa de la Contrarreforma, es entonces cuando aparece la idea del Purgatorio.
Según Castelao:“A nova devoción suprímeo a idea de castigo eterno”.
A mediados del siglo XVII, Galicia ya había dejado de pensar en el Infierno para que se entregue de lleno la idea del Purgatorio, del que sus muertos queridos podían salvarse a fuerza de oraciones y buenas obras.
La finalidad de estos elementos populares es la de ofrecer ofrendas de todo tipo (flores, cera, patatas, maíz, pan, aceite ...), a las ánimas que no encuentran descanso en el Purgatorio, para que alcancen la felicidad en el Cielo; una vez liberadas intercederán por quien hizo la ofrenda, y daban dinero para que el cura lo administrara y dijera misas por los difuntos.
Los retablos de las ánimas, los petos en que se pide la limosna durante la misa y las obras de cantería son manifestaciones de culto a las ánimas.
El estilo artístico , de cantería se define como "popular"; los devotos conocían perfectamente las formas y colores que querían y no le pedían al cantero artesano otra cosa que hacer la obra encargada con su mejor habilidad.
Los petos unen arquitectura y escultura, y su estructura se divide en tres partes: - Infraestructura arquitectónica básica. - Una cavidad que similar a una capillita que ocupa el eje central y superior (buqueira). - Una cavidad casi siempre en la base de la capillita, tapada con una lámina de hierro y un agujero para meter las ofrendas (Alxibeira).
Los petos de ánimas, los cruceiros y los hórreos son los tres referentes de lo que podríamos llamar los monumentos de arte menor de la arquitectura rural de Galicia.
Para el arte mayor dejamos las iglesias, molinos, pazos y otras construcciones de carácter civil o militar como torreones, murallas, etc.
Por los montes y valles de del sur de Galicia y del norte de Portugal, nos topamos con frecuencia con estas encantadoras expresiones del arte rural.
Hoy le dedicamos nuestra atención a los petos de ánimas y pequeños monumentos piadosos que a los largo de los siglos, sobre todo desde a partir del XVII han ido surgiendo en pueblos y aldeas.
Los petos de ánimas son esas pequeñas capillitas que se encuentran por lo general en los caminos y encrucijadas para honrar a las ánimas que esperan su liberación en el purgatorio en cuya hucha o peto depositan los fieles sus limosnas para financiar las misas que ayuden a llevarlos al cielo donde, ya en la gloria, intercederán por sus benefactores.
Estos sencillos monumentos obra de los canteiros locales, suelen estar decorados con una representación de las pobre ánimas sumergidas en lenguas de fuego y en actitud suplicante, hacia su intercesor que suele ser un santo, San Antonio, por ejemplo, un obispo o la Virgen del Carmen, entre otros.
Los petos de ánimas son esas pequeñas capillitas que se encuentran por lo general en los caminos y encrucijadas para honrar a las ánimas que esperan su liberación en el purgatorio en cuya hucha o peto depositan los fieles sus limosnas para financiar las misas que ayuden a llevarlos al cielo donde, ya en la gloria, intercederán por sus benefactores.
Estos sencillos monumentos obra de los canteiros locales, suelen estar decorados con una representación de las pobre ánimas sumergidas en lenguas de fuego y en actitud suplicante, hacia su intercesor que suele ser un santo, San Antonio, por ejemplo, un obispo o la Virgen del Carmen, entre otros.
También se encuentran, sobre todo en Portugal, construcciones de este tipo, pero no dedicadas a las ánimas del purgatorio sino a una devoción en particular, siendo bastantes frecuentes las relacionadas con Cristo cruficado.
En Fornelos, que significa hornacina en gallego, tienen una dedicada a San Lorenzo.