lunes, 17 de octubre de 2016

CASA DE SAN BERNABÉ - A GRAÑA - COVELO

CASA DE SAN BERNABÉ
SERRA DO SUIDO
A GRAÑA
COVELO

     Aprovecho las notas tomadas por mi hijo para relatar y contar cómo descubrimos un lugar muy conocido por los vecinos de A Graña con el nombre de Casa de San Bernabé.


      Decidimos hacer un alto en una taberna que encontramos abierta en A Graña para reponer fuerzas.


     A esas horas de la mañana el local estaba vacío. Una mujer de mediana edad apareció tras la barra. Le pedí una Pepsi y rechacé la magdalena que amablemente me ofreció.


     El bar, sin duda, había sido una cuadra para animales en el pasado: el techo estaba formado por enormes vigas de madera y tenía unas anchísimas paredes color vainilla de las que colgaban numerosos cuadros y fotografías. En una de las instantáneas (frente a unas hermosas pinturas con motivos africanos) podía distinguirse la iglesia de San Bernabé, cubierta por un espeso manto de nieve. El espacio era realmente acogedor. La camarera se interesó por nosotros.


     Tras contarle el porqué de nuestra presencia allí y alabar la belleza del pueblo, nos habló sobre la historia de A Graña. Parece ser que existen infinidad de teorías sobre su origen (que se remonta siglos atrás), y que, de todas ellas, la más aceptada considera a los actuales habitantes descendientes de judíos conversos. Lo que sí está claro es que estos procedían de Gavián, de donde fueron expulsados por una invasión de hormigas (nunca subestimes a una hormiga cabreada). Después del éxodo, ya en A Graña (en casas cementadas sobre roca, ya no tierra), vivieron como pastores y arrieros, contrabandeando sal y dedicándose a la venta de otros productos a lo largo de la geografía nacional e, incluso, internacional (muchos hicieron fortuna en Venezuela y regresaron como hombres de éxito).



     Cuando acabamos la charla, el local ya estaba muy animado.
—Deberíais ver la Casa de San Bernabé —dijo la dueña del negocio cuando nos marchábamos.
—¿La Casa de San Bernabé? —pregunté.
—Es nuestro patrón —afirmó ella.



     Varios vecinos se unieron a la conversación. Tardé un rato en descubrir que la Casa de San Bernabé no era una vivienda como tal, sino una roca con una especie de banco en la que supuestamente el santo permanecía sentado, meditando sobre Dios sabe qué.


     La historia era demasiada buena como para dejarla escapar, así que entre unos y otros nos dieron las indicaciones para localizarla.


     —En la parte alta de la Serra do Suído, más allá del pueblo, al final de la pista, en el último molino [eólico], cerca de un solitario pino próximo a una vieja antena. Lo tengo —dije—. Y nos fuimos a buscarla.


     Dar con la «casa» no fue tarea sencilla. En la sierra nos sorprendió un denso banco de niebla que lo cubría todo; los aerogeneradores, cuyas siluetas se adivinaban entre el manto de nubes, se contaban por decenas, y de la antena no había ni rastro. Durante un buen rato estuvimos dando vueltas sin ningún rumbo, y, finalmente, acabamos entre el ganado que pastaba allí arriba.

     Por fortuna, la niebla se marchó tan rápido como llegó y el azul se abrió sobre nuestras cabezas, permitiéndonos encontrar el rincón favorito de San Bernabé.


      Comprobamos que el antiguo lugar que servía de asiento al santo era ahora un pequeño altar. En él, junto a pequeños ramilletes de flores ya secas y un cirio rojo, se resguardaban seis pequeñas figuras antropomorfas (tres de granito y tres de cuarzo, todas ellas con incrustaciones de piedrecitas brillantes).


      —Todavía quedan sitios mágicos —comenté antes de emprender la vuelta a casa.

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XOAN ARCO DA VELLA

domingo, 16 de octubre de 2016

AXENHA - VILAR DE MOUROS

 AZENHA
VILAR DE MOUROS
CAMINHA


 Vilar de Mouros
      Vilar de Mouros es una freguesia portuguesa del concelho de Caminha, con 9,00 km² de superficie y 819 habitantes (2001). Su densidad de población es de 91,0 hab/km².


      Vilar de Mouros es una aldea con encanto, famosa por celebrar los festivales de música, de numerosos grupos de pop y rock no solo a nivel nacional sino a nivel internacional. Estos festivales al que cada vez acude más gente joven, se celebran allá por el mes de Julio en un marco incomparable, rodeado de árboles, principalmente eucaliptos y por donde pasa el río Coura, a través de un centenario puente romano.



     Vilar de Mouros se encuentra en el interior a solamente tres kilómetros de Camiña y como digo en un entorno natural que llama la atención por su tranquilidad y porque además con la llegada del buen tiempo, se hacen regatas de canoas en el gran río Coura. Muy próxima a la aldea se encuentra un molino y una pequeña playa fluvial que en la época estival es muy concurrida por los lugareños.


     Al lado del puente romano y a orillas del río un bonito restaurante llamado O Retiro da Ponte y una pequeña iglesia, así como una cafetería con terraza llamada Central, para dejar pasar el tiempo, disfrutando del entorno o leyendo un libro.


Caminha
      Caminha es un bonito pueblo del norte de Portugal, sede de município, localizado bien en la desembocadura del río Miño, en un lugar agraciado por la naturaleza, fronterizo con España.



     La fertilidad de los suelos, la abundancia de vegetación y la facilidad de comunicación y producción de bienes que el río Miño posibilita, llevaron a la fijación de poblaciones humanas desde remotos tiempos.



      En la región diversos monumentos megalíticos, habiendo dejado una fuerte herencia la cultura Castreja.



      Suevos y romanos dejaron también su marca, estos últimos dotando la región de puentes, caminos y otros monumentos.



     El pueblo de Caminha se desenvolvió bastante a partir del siglo XII, con base en la pesca y en el comercio tanto fluvial como marítimo, cuando disminuyó la piratería en el litoral.



     Por la privilegiada situación geográfica, Caminha era un punto avanzado en la estrategia militar portuguesa en la lucha contra castellanos y leoneses, y su puerto fue de gran importancia hasta mediados del siglo XVI, sirviendo en los días de hoy para la unión por ferry-boat a España, en la costa opuesta.



     Diversas luchas y conflictos travados en estos parajes, habiendo sido atacada, durante la 2ª Invasión Francesa, en Febrero de 1809, por la tropas de Marechal Soult.



     La ayuda del pueblo a las pocas tropas del teniente coronel Champalimaud, impidió a los franceses entrar en Caminha. Una defensa que constituyó una página brillante de estrategia militar.



     Este pueblo histórico, de calles que respiran historia, por entre casas típicas de dos pisos, y otras, denotando la importancia politica y comercial de la localidad, posee diversos lugares de interés, como la Desembocadura del Rio Miño, que posibilita paisajes bellísimos.



     De hecho, toda la zona costera del ayuntamiento de Caminha posee playas de gran belleza, extensos arenales y una luminosidad muy propia.



     En el medio del estuario del río Miño, en la isleta de Insua, permanecen las ruinas del Fuerte de Insua, edificado en el siglo XV para defensa de la entrada de la barra, constituído por el convento, la iglesia y el farol.



     En el pueblo se destaca que queda del Castilo y murallas defensicas, la bonita Iglesia Matriz del siglo XV, la de la Misericordia del siglo XVI, el curioso conjunto de casas manuelinas y renacentistas en la pintoresca Calle Direita, conocidas por las “oito casas”, y aquel que es un símbolo de la ciudad (al par de la idílica desembocadura): la Torre del Reloj, la única existente de las tres puertas de entrada en el pueblo del Castillo, que constituía el principal acceso del pueblo. Frente a la Torre del Reloj, la renacentista Fuente del Terreiro.  fue construido entre 1699 y 1702 , con la función de defensa de ese tramo de costa en la desembocadura del río de anclaje , por ayudar a la defensa proporcionada por los sectores Square-fuertes .



      Está clasificada como una propiedad de Interés Público por el Decreto Nº 47508, publicada el DG Nº 20, de 24 de enero de 1967 , modificado (ubicación) en la Dirección General Nº 59, de 10 de marzo de 1967 y por el Decreto nº 95/78, publicada en la RD n ° 210, del 12 de setiembre de 1978 .


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XOAN ARCO DA VELLA

FUERTE DE LAGARTEIRA - VILA PRAIA ANCORA

 FUERTE DE LAGARTEIRA
VILA PRAIA ANCORA
CAMINHA


Fuerte de Lagarteira
Situación
     El fuerte de Lagarteira se encuentra en la freguesía de Vila Praia de Âncora, pertenecienta al concejo de Caminha, distrito de Viana do Castelo, Portugal.



Historia
     Fue mandado construir en el reinado de don Pedro II. En 1987 pasó a pertenecer a la capitanía de Vila Praia de Âncora, que lo restauró, manteniendo su traza original.



Visitas
     Solo se puede visitar el exterior, ya que es usado actualmente por la GNR.



Vila Praia de Âncora
      Vila Praia de Âncora es una freguesia portuguesa del concelho de Caminha, con 8,15 km² de superficie y 4.688 habitantes (2001). Su densidad de población es de 575,2 hab/km².



Playas
      El arenal de Vila Praia de Âncora se extiende desde el puerto de pesca hasta la desembocadura del río Âncora, que nace a 15 kms aproximadamente, en la Sierra de Arga, un hermoso espacio natural, espléndido para paseos a pie. La enorme playa, bañada por un fuerte oleaje atlántico, cuenta con buenas condiciones para el surf.



      La afluencia de veraneantes es mayor en la zona contigua a la Avenida Marginal, donde el mar tiene menos corriente y el acceso es más fácil. En la zona sur, que sólo es accesible a los peatones a través de un pasadizo de madera, pueden descubrirse espacios casi desiertos, rodeados de dunas


Caminha
      Caminha es un bonito pueblo del norte de Portugal, sede de município, localizado bien en la desembocadura del río Miño, en un lugar agraciado por la naturaleza, fronterizo con España.



     La fertilidad de los suelos, la abundancia de vegetación y la facilidad de comunicación y producción de bienes que el río Miño posibilita, llevaron a la fijación de poblaciones humanas desde remotos tiempos.



      En la región diversos monumentos megalíticos, habiendo dejado una fuerte herencia la cultura Castreja.



      Suevos y romanos dejaron también su marca, estos últimos dotando la región de puentes, caminos y otros monumentos.



     El pueblo de Caminha se desenvolvió bastante a partir del siglo XII, con base en la pesca y en el comercio tanto fluvial como marítimo, cuando disminuyó la piratería en el litoral.



     Por la privilegiada situación geográfica, Caminha era un punto avanzado en la estrategia militar portuguesa en la lucha contra castellanos y leoneses, y su puerto fue de gran importancia hasta mediados del siglo XVI, sirviendo en los días de hoy para la unión por ferry-boat a España, en la costa opuesta.



     Diversas luchas y conflictos travados en estos parajes, habiendo sido atacada, durante la 2ª Invasión Francesa, en Febrero de 1809, por la tropas de Marechal Soult.



     La ayuda del pueblo a las pocas tropas del teniente coronel Champalimaud, impidió a los franceses entrar en Caminha. Una defensa que constituyó una página brillante de estrategia militar.



     Este pueblo histórico, de calles que respiran historia, por entre casas típicas de dos pisos, y otras, denotando la importancia politica y comercial de la localidad, posee diversos lugares de interés, como la Desembocadura del Rio Miño, que posibilita paisajes bellísimos.



     De hecho, toda la zona costera del ayuntamiento de Caminha posee playas de gran belleza, extensos arenales y una luminosidad muy propia.



     En el medio del estuario del río Miño, en la isleta de Insua, permanecen las ruinas del Fuerte de Insua, edificado en el siglo XV para defensa de la entrada de la barra, constituído por el convento, la iglesia y el farol.



     En el pueblo se destaca que queda del Castilo y murallas defensicas, la bonita Iglesia Matriz del siglo XV, la de la Misericordia del siglo XVI, el curioso conjunto de casas manuelinas y renacentistas en la pintoresca Calle Direita, conocidas por las “oito casas”, y aquel que es un símbolo de la ciudad (al par de la idílica desembocadura): la Torre del Reloj, la única existente de las tres puertas de entrada en el pueblo del Castillo, que constituía el principal acceso del pueblo. Frente a la Torre del Reloj, la renacentista Fuente del Terreiro.  fue construido entre 1699 y 1702 , con la función de defensa de ese tramo de costa en la desembocadura del río de anclaje , por ayudar a la defensa proporcionada por los sectores Square-fuertes .



      Está clasificada como una propiedad de Interés Público por el Decreto Nº 47508, publicada el DG Nº 20, de 24 de enero de 1967 , modificado (ubicación) en la Dirección General Nº 59, de 10 de marzo de 1967 y por el Decreto nº 95/78, publicada en la RD n ° 210, del 12 de setiembre de 1978 .


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Fuente: castillos.net
XOAN ARCO DA VELLA