Fotografía digital
Aplicaciones de la fotografia
En la actualidad, la fotografía se ha desarrollado
principalmente en tres sectores, al margen de otras
consideraciones científicas o técnicas. Por un lado se
encuentran el campo del reportaje periodístico gráfico,
cuya finalidad es captar el mundo exterior tal y como
aparece ante nuestros ojos, y el de la publicidad. Por otro
tenemos la fotografía como manifestación artística,
con fines expresivos e interpretativos.
El reportaje comprende la fotografía documental y la de
prensa gráfica, y por lo general no se suele manipular.
Lo normal es que el reportero gráfico emplee las técnicas
y los procesos de revelado necesarios para captar una
imagen bajo las condiciones existentes. Aunque este tipo
de fotografía suele calificarse de objetiva, siempre hay
una persona detrás de la cámara, que inevitablemente
selecciona lo que va a captar. Respecto a la objetividad, hay que
tener en consideración también la finalidad y el uso
del reportaje fotográfico, las fotos más reales, y
quizás las más imparciales, pueden ser utilizadas como
propaganda o con propósitos publicitarios; decisiones
que, en la mayoría de los casos, no dependen del propio fotógrafo.
Por el contrario, la fotografía artística es totalmente
subjetiva, ya sea manipulada o no. En el primer caso, la
luz, el enfoque y el ángulo de la cámara pueden manejarse
para alterar la apariencia de la imagen; los procesos de
revelado y positivado se modifican en ocasiones para
lograr los resultados deseados; y la fotografía es
susceptible de combinarse con otros elementos para conseguir
una forma de composición artística, o para la experimentación
estética.
Reportaje fotográfico
Toda la fotografía es, en cierto sentido, un reportaje,
puesto que capta la imagen que perciben el objetivo de la
cámara y el ojo humano. Los primeros investigadores se
limitaron a registrar lo que veían, pero en la década de
1960 se dividieron entre aquellos fotógrafos que seguían
utilizando su cámara para captar imágenes sin ninguna
intención y los que decidieron que la fotografía era una
nueva forma de arte visual. La fotografía combina el uso
de la imagen como documento y como testimonio; subgénero
que se conoce con el nombre de fotografía social.
Estas fotografías fueron publicadas por la revista Life,
en el año 1969 en la que podemos observar al
astronauta Amstrong pisando la luna, se utilizaron carretes
Kodak y una cámara Hasselblad.
en el año 1969 en la que podemos observar al
astronauta Amstrong pisando la luna, se utilizaron carretes
Kodak y una cámara Hasselblad.
Fotografía documental
El fotógrafo británico Roger Fenton consiguió algunas de
las primeras fotografías que mostraron con crudeza la
guerra de Crimea al público británico. Mathew Brady,
Alexander Gardner y Timothy O’Sullivan documentaron la
triste realidad de la guerra de Secesión. Después de la
contienda, Gardner y O’Sullivan fotografiaron el Oeste de
Estados Unidos junto con Carleton E. Watkins, Eadweard Muybridge,
William Henry Jackson y Edward Sheriff Curtis. Las claras y
detalladas fotos de estos artistas mostraron una imagen
imborrable de la naturaleza salvaje.
México se convirtió en el punto de mira de fotógrafos
franceses y estadounidenses, debido a las relaciones
políticas y de proximidad con sus respectivos países, y
al redescubrimiento de las civilizaciones azteca y maya.
El francés Désiré Charnay realizó interesantes
fotografías de las ruinas mayas en 1857, además de dejar
un detallado relato de sus descubrimientos arqueológicos y
experiencias.
El trabajo de los fotógrafos británicos del siglo XIX
encierra vistas de otros lugares y de tierras exóticas.
Cubrieron distancias increíbles cargados con el pesado
equipo del momento para captar escenas y personas. En
1860, Francis Bedford fotografió el Oriente Próximo. Su
compatriota Samuel Bourne tomó unas 900 fotos del
Himalaya en tres viajes realizados entre 1863 y 1866, y
en 1860 Francis Frith trabajó en Egipto. Las fotos de este
último sobre lugares y monumentos, muchos de los cuales están
hoy destruidos o dispersos, constituyen un testimonio útil
todavía para los arqueólogos.
Las fotos estereoscópicas que obtuvieron estos
fotógrafos viajeros, con cámaras de doble objetivo,
supusieron una forma popular de entretenimiento casero en
el siglo XIX, cuando colocadas sobre un soporte especial
podían verse en tres dimensiones.
Con la creación de la plancha negativa seca por Charles
Bennett en 1878, el trabajo de los fotógrafos viajeros
fue mucho menos arduo. En lugar de tener que revelar la
plancha en el momento, aún húmeda, el fotógrafo podía
guardarla y revelarla más tarde en cualquier otro lugar.
En años recientes se ha reanudado el interés por estas
fotografías y han sido el tema de varias exposiciones y
libros.
Documentación social
En lugar de captar la vida en otras partes del mundo,
algunos fotógrafos del siglo XIX se limitaron a
documentar las condiciones de su propio entorno. De esta
manera, el fotógrafo británico John Thomson plasmó la
vida cotidiana de la clase trabajadora londinense
alrededor de 1870 en un volumen de fotos titulado Vida en las calles de Londres
(1877). El reportero estadounidense de origen danés
Jacob August Riis realizó de 1887 a 1892 una serie de
fotografías de los barrios bajos de Nueva York recogidas
en dos volúmenes fotográficos: Cómo vive la otra mitad (1890) e Hijos de la pobreza
(1892). Entre 1905 y 1910 Lewis Wickes Hine, sociólogo
estadounidense responsable de las leyes laborales para
niños, captó también en sus fotos a los oprimidos de
Estados Unidos: trabajadores de las industrias
siderometalúrgicas, mineros, inmigrantes europeos y, en
especial, trabajadores infantiles. En Brasil, Marc Ferrez
plasmó en sus fotografías la vida rural y las pequeñas
comunidades indias. En Perú, el fotógrafo Martín Chambi
recoge en su obra un retrato de la sociedad de su país y
en especial de los pueblos indígenas.
Las fotos del francés Eugène Atget se sitúan a medio
camino entre el documento social y la fotografía
artística, ya que su excelente composición y expresión de
la visión personal van más allá del mero testimonio.
Atget, quizás uno de los más prolíficos documentalistas
de esta época, obtuvo entre 1898 y 1927 una enorme
cantidad de escenas poéticas de la vida cotidiana de su
querido París y sus alrededores. El cuidado y la
publicación de su obra se deben a los esfuerzos de otra
hábil documentalista de la vida urbana, Berenice Abbott.
Durante la Gran Depresión, la Farm Security
Administration contrató a un grupo de fotógrafos para
documentar aquellas zonas del país más duramente
castigadas por la catástrofe. Los fotógrafos Walker
Evans, Russell Lee, Dorothea Lange, Ben Shahn y Arthur Rothstein,
entre otros, proporcionaron testimonios gráficos sobre las
condiciones de las zonas rurales afectadas por la pobreza en
Estados Unidos. El resultado fue una serie de fotografías
de trabajadores emigrantes, aparceros, y de sus casas,
colegios, iglesias y pertenencias. Fue tan convincente
como evidencia que como arte. La contribución de Evans,
junto con el texto del escritor James Agee, fueron publicados
separadamente bajo el título Elogiemos ahora a hombres famosos (1941), considerado como un clásico en su campo.
Periodismo gráfico
El periodismo gráfico difiere de cualquier otra tarea
fotográfica documental en que su propósito es contar una
historia concreta en términos visuales. Los periodistas
gráficos trabajan para periódicos, revistas, agencias de
noticias y otras publicaciones que cubren sucesos en
zonas que abarcan desde los deportes, las artes y la
política. Uno de los primeros fue el periodista o reportero
gráfico francés Henri Cartier-Bresson,
quien desde 1930 se dedicó a documentar lo que él
llamaba el "instante decisivo". Sostenía que la dinámica
de cualquier situación dada alcanza en algún momento su
punto álgido, instante que se corresponde con la imagen
más significativa. Cartier-Bresson, maestro en esta
técnica, poseía la sensibilidad para apretar el
disparador en el momento oportuno. Los avances tecnológicos
de la década de los treinta, en concreto las mejoras en las
cámaras pequeñas como la Leica, así como en la
sensibilidad de la película, facilitaron aquella técnica
instantánea. Muchas de las imágenes de Cartier-Bresson
tienen tanta fuerza en su concepción como en lo que transmiten
y son consideradas a la vez trabajo artístico, documental
y periodismo gráfico.
Brassaï, otro periodista gráfico francés nacido en
Hungría, se dedicó con ahínco a captar los efímeros
momentos expresivos, que en su caso mostraban el lado más
provocativo de la noche parisina. Sus fotos se recopilaron y
publicaron en París de noche (1933).
El corresponsal de guerra estadounidense Robert Capa
comenzó su carrera con fotografías de la Guerra Civil
española; al igual que Cartier-Bresson, plasmó tanto
escenas bélicas como la situación de la población
civil. Su fotografía de un miliciano herido dio la vuelta
al mundo como testimonio del horror de la guerra. Capa también
cubrió el desembarco de las tropas estadounidenses en Europa
el día D durante la II Guerra
Mundial y la guerra de Indochina, donde halló la muerte
en 1954. Otra fotógrafa, la italiana Tina Modotti,
también estuvo en España durante la Guerra Civil como
miembro del Socorro Rojo. Asimismo, el español Agustín
Centelles realizó una importante labor documental durante
la guerra, tomando fotografías tanto del frente como de
la retaguardia, entre ellas las de los bombardeos de la
población civil. En México, Agustín Víctor Casasola
recogió en su obra conmovedoras imágenes de la Revolución
Mexicana y de Pancho Villa. Más recientemente, el
fotógrafo británico Donald Mc Cullin ha realizado unos
trabajos en los que recoge imágenes de los efectos
devastadores de la guerra, que se recopilaron en dos
volúmenes bajo los títulos La destrucción de los negocios (1971) y ¿Hay alguien que se dé cuenta? (1973).
Esta es la fotografía más famosa de Robert Capa, en la cual podemos
observar como el soldado Federico Borrell es abatido el día
5 de septiembre de 1936 durante la guerra civil española,
esta foto rompio todos los esquemas en fotografía de guerra,
ya que nunca se había visto nada parecido.
Esta fotografia expresa la frontera entre la vida y la muerte.
observar como el soldado Federico Borrell es abatido el día
5 de septiembre de 1936 durante la guerra civil española,
esta foto rompio todos los esquemas en fotografía de guerra,
ya que nunca se había visto nada parecido.
Esta fotografia expresa la frontera entre la vida y la muerte.
A finales de la década de 1930 aparecieron en Estados Unidos las revistas Life y Look y en Gran Bretaña Picture Post.
Estas publicaciones contenían trabajos fotográficos y
textos relacionados con ellos. Este modo de presentación,
sin duda muy popular, se asoció sobre todo a los grandes
fotógrafos de Life Margaret Bourke-White y W.
Eugene Smith. Estas revistas continuaron proporcionando
una gran cobertura gráfica de la II Guerra Mundial y de la de Corea con fotos tomadas por Bourke-White, Capa,
Smith, David Douglas Duncan y varios otros reporteros
gráficos estadounidenses. Más tarde se utilizó la
fotografía para reflejar cambios sociales. Smith
documentó, como ya lo había hecho Riis con anterioridad,
los devastadores efectos del envenenamiento por mercurio
en Minamata, aldea pesquera japonesa contaminada por una
fuga de este mineral en una industria local. También han
realizado extraordinarios trabajos los fotógrafos Ernest
Cole, quien con Casa de esclavitud (1967) exploró las miserias del sistema del apartheid
de Suráfrica, y el checo Josef Koudelka, conocido por
sus espléndidas fotografías narrativas sobre los gitanos
del este de Europa.
Fotografía comercial y publicitaria
La fotografía se ha utilizado para inspirar e influir
opiniones políticas o sociales. Asimismo, desde la década
de 1920 se ha hecho uso de ella para impulsar y dirigir
el consumismo, y como un componente más de la publicidad.
Los fotógrafos comerciales realizan fotos que se
utilizan en anuncios o como ilustraciones en libros,
revistas y otras publicaciones. Con el fin de que sus imágenes
resulten atractivas utilizan una amplia gama de sofisticadas
técnicas. El impacto de esta clase de imágenes ha
producido una fuerte influencia cultural. La fotografía
comercial y publicitaria ha representado también un gran
impulso en la industria gráfica junto con los avances en
las técnicas de reproducción fotográfica de gran calidad.
Destacaron en este campo Irving Penn y Cecil Beaton,
fotógrafos de la alta sociedad; Richard Avedon, que
consiguió fama como fotógrafo de moda, y Helmut Newton,
controvertido fotógrafo de moda y retratista cuyos
trabajos poseen con frecuencia un gran contenido erótico.
Fotografía artística
Los trabajos pioneros de Daguerre y de Talbot
condujeron a dos tipos distintos de fotografía. El
daguerrotipo positivo, apreciado por su claridad y
detalle, fue utilizado en especial para retratos de
familia como sustituto del mucho más caro retrato
pintado. Más tarde, el daguerrotipo fue suplantado en
popularidad por la carte de visite, que utilizaba placas
de cristal en lugar de láminas de hierro. Por otro lado,
el procedimiento del calotipo de Talbot era menos preciso en los
detalles, aunque tenía la ventaja de que producía
un negativo del que se podían obtener el número de
copias deseadas. A pesar de que el calotipo se asoció inicialmente
a la fotografía paisajista, desde 1843 hasta 1848 esta
técnica fue utilizada por el pintor escocés David
Octavius Hill y su colaborador fotográfico Robert Adamson
para hacer retratos.
La fotografía como forma de arte alternativa
Desde la década de 1860 hasta la de 1890, la fotografía
fue concebida como una alternativa al dibujo y a la
pintura. Las primeras normas de crítica aplicadas a ella
fueron, por tanto, aquellas que se empleaban para juzgar
el arte, y se aceptó la idea de que la cámara podía ser
utilizada por artistas, ya que ésta podía captar los
detalles con mayor rapidez y fidelidad que el ojo y la
mano. En otras palabras, la fotografía se contempló como
una ayuda para el arte, como lo hicieron Hill y Adamson.
De hecho, alrededor de 1870 se aceptó la práctica de
hacer posar a los sujetos en el estudio, para después
retocar y matizar las fotos con el fin de que pareciesen
pinturas.
Durante la segunda mitad del siglo XIX el fotógrafo
sueco Oscar Gustave Rejlander y el británico Henry Peach
Robinson descubrieron el método de crear una copia a
partir de varios negativos diferentes. Robinson, que
comenzó su carrera como artista, basó sus imágenes
descriptivas en apuntes iniciales a lápiz. Su influencia
como fotógrafo artístico fue muy grande. Por ejemplo,
algunos de los trabajos de su compatriota Julia Margaret Cameron
estaban compuestos y representaban escenas semejantes a obras
pictóricas de la época.
La fotografía en sí misma
Los estudios retratistas de Cameron plasmaban a sus
amigos, miembros de los círculos científicos y literarios
británicos. Consistían en primeros planos con
iluminación intensa, para revelar toda la fuerza del
carácter de los personajes. Otro ejemplo de ese tipo de
fotografía es el trabajo del caricaturista francés
Gaspard Félix Tournachon, que se convirtió en fotógrafo
bajo el nombre profesional de Nadar. Sus cartes de visite
(fotos montadas del tamaño de tarjetas de visita) son
una serie de retratos simples y mordaces de la intelectualidad
parisina. Muestran el poder de observación de Nadar cuando
disparaba su cámara con luz difusa contra fondos lisos para
realzar los detalles.
El trabajo del fotógrafo británico Eadweard Muybridge es
un ejemplo de la influencia del arte en la fotografía.
Sus series de personas y animales en movimiento revelaron
a artistas y científicos detalles fisiológicos jamás
observados. El pintor estadounidense Thomas Eakins
también experimentó con este tipo de fotografía, aunque
la utilizó principalmente para la pintura de figuras.
El fotógrafo aficionado británico Peter Henry Emerson
cuestionó el uso de la fotografía como sustituto de las
artes visuales, incitando a otros colegas hacia la
naturaleza como fuente de inspiración y limitando las
manipulaciones de los propios procesos fotográficos. Su
libro Fotografía naturalista para estudiantes de arte
(1899) se basaba en su creencia de que la fotografía es un
arte en sí mismo e independiente de la pintura. Modificó
después esta declaración y defendió que la mera
reproducción de la naturaleza no es un arte. Otros escritos
de Emerson, que diferenciaban la fotografía artística
de la que se hace sin propósitos estéticos, terminaron de
definir después el aspecto artístico de la fotografía.
Photo-Secession
Emerson, como jurado de un concurso fotográfico para
aficionados en 1887, concedió un premio a Alfred
Stieglitz, fotógrafo estadounidense que estudiaba
entonces en el extranjero y cuyo trabajo adoptaba los
puntos de vista de Emerson. En 1890, Stieglitz regresó a
Estados Unidos y realizó una serie de sencillas fotografías
sobre Nueva York en diferentes épocas del año y condiciones
atmosféricas. En 1902 fundó el movimiento Photo-Secession,
que adoptaría la fotografía como una forma de arte
independiente. Algunos de los miembros de este grupo fueron
Gertrude Käsebier, Edward Steichen y Clarence H. White,
entre otros. Camera Work fue la revista oficial
del grupo. En sus últimos números publicó algunos
trabajos que representaban la ruptura con los temas
tradicionales y el reconocimiento del valor estético de
los objetos cotidianos. Después de que los miembros se
disgregaran, Stieglitz continuó apadrinando nuevos
talentos mediante exposiciones en la Galería 291 de su
propiedad, en el 291 de la Quinta Avenida de Nueva York. Entre
los fotógrafos estadounidenses que exhibieron sus trabajos
en ella se encuentran Paul Strand, Edward Weston, Ansel Easton
Adams e Imogen Cunningham.
Fotografía manipulada
La fotografía, no obstante, no se ha liberado por
completo de la influencia de la pintura. Durante los años
veinte, en Europa, las ideas inconformistas del
movimiento Dadá encontraron su expresión en las obras del
húngaro László Moholy-Nagy y del estadounidense Man Ray,
que empleaban la técnica de la manipulación. Para lograr
sus fotogramas o rayografías, trabajaban de forma
totalmente espontánea, tomaban imágenes abstractas
disponiendo los objetos sobre superficies sensibles a la
luz. También experimentaron con fotografías solarizadas,
método que consiste en reexponer una foto a la luz durante
el proceso de revelado, que da como resultado un cambio total o
parcial de los tonos blancos y negros, exagera las siluetas o
contornos. En España destaca el ejemplo del vasco Nicolás
de Lekuona. En su obra se refleja la influencia de las
vanguardias artísticas del momento, a través de numerosos
fotomontajes y encuadres basculados o en picado. Así
como la fotografía había liberado a la pintura de su
papel tradicional, los nuevos principios adoptados de la
pintura surrealista, el Dadá y el collage permitieron a la fotografía artística utilizar técnicas manipuladas.
Fotografía directa
Al mismo tiempo, no obstante, existía un grupo de
fotógrafos estadounidenses que, siguiendo las teorías de
Stieglitz, continuaron con la fotografía directa, es
decir, no manipulada. En los años treinta varios
fotógrafos californianos crearon un grupo informal al que
llamaron f/64 (f/64 es la abertura del diafragma que
proporciona una gran profundidad de campo). Los miembros de
f/64, Weston, Adams y Cunningham, entre otros, compartían
la opinión de que los fotógrafos debían explotar las
propias e inherentes características de la cámara para
conseguir una imagen que captara los detalles lejanos con una
nitidez igual a la de los objetos cercanos. Estos artistas tomaron
imágenes directas de formas naturales, personas y
paisajes.
Últimas tendencias
Desde 1950, han ido apareciendo diversas tendencias a
medida que la distinción entre la fotografía documental y
la artística se hacía menos clara. Algunos fotógrafos se
inclinaron hacia la fotografía introspectiva mientras
que otros lo hicieron hacia el paisajismo o el documento
social.
Existe
una tercera tendencia, que se ha desarrollado a partir
de los primeros años de la década de 1960, hacia una
fotografía manipulada cada vez más impersonal y
abstracta. Para ello se han resucitado muchos de los
sistemas de impresión empleados en los primeros años de
la fotografía. Por oposición, los pintores neorrealistas
han incluido fotos reales en muchos de sus cuadros.
El
trabajo de los fotógrafos en color está empezando a
vencer los prejuicios críticos anteriores contra el
empleo del color en la fotografía artística.
Reconocimiento de la fotografía como una forma del arte
En la actualidad, la fotografía se ha afirmado como
medio artístico. Se venden fotografías originales a los
coleccionistas a través de galerías, y obras (así como
elementos de equipos fotográficos) de interés histórico
aparecen con regularidad en las subastas. Cada año se
publica un gran número de ensayos críticos de fotografía y
de historia de su evolución, así como obras que
reproducen los trabajos de los artistas más destacados.
Revistas dedicadas a esta manifestación artística
(diferentes de las que contienen instrucciones de manejo
para profesionales y aficionados) contienen estudios
sobre la estética de la fotografía. Los más importantes
museos de todo el mundo poseen magníficas colecciones
fotográficas, aunque hay otros más especializados, como
el International Museum of Photography de Rochester (Nueva
York), el International Center of Photography de Nueva York, el
Museum of Photographic Arts de San Diego (California), el
Centro Pompidou de París, el Instituto Valenciano de Arte
Moderno (IVAM) y diversos museos de Suiza y Alemania.
XOAN ARCO DA VELLA
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