FERVENZA DE ABELLEIRA - HERVÉS - BATÁN

 FERVENZA DE ABELLEIRA

REGO DE BATÁN

HERVÉS

CARRAL

    Carral guarda un secreto natural a tan solo 20 kilómetros de la ciudad. 

     Dejando atrás la salida de Herves, una indicación al ecomuseo Costa da Égua nos dirige desde la propia N-550 hasta un área de aparcamiento de la que parte un sendero. 

     Este camino nos lleva hasta los molinos del río Abelleira, unas construcciones del siglo XVIII recientemente restauradas con fondos provinciales que nos servirán como punto de partida de la ruta. Hace poco más de una década, el Concello de Carral decidió recuperar estas joyas de la cultura tradicional gallega y dar a conocer sus usos. 

     Aquellos que quieran indagar un poco más en la historia del lugar, conocido como Costa da Égua, pueden ponerse en contacto con el Concello para concertar una visita guiada para grupos desde el Ecomuseo.

     El río Abelleira, afluente del Barcés, era el que daba la fuerza a los molinos para activar su mecanismo. Las canalizaciones son algunos de los espacios por los que el agua transita plácidamente, ya que el resto de su curso se ve obligado a sortear las piedras y los pequeños saltos que originan cascadas rodeadas de abundante vegetación. 

     El río también cuenta en su curso con una pequeña central eléctrica levantada a comienzos del siglo pasado. Carral accedía con ella al mundo moderno en un momento en el que la generación eléctrica empezaba a despuntar en nuestra comunidad.

     Dejando atrás el los molinos, la ruta atraviesa el Abelleira y discurre durante un buen trecho en paralelo a los molinos, lo que nos ofrece una mejor perspectiva de este conjunto arquitectónico. La siguiente parada, después de una exigente subida, nos sitúa frente a la capilla de San Pedro de Rubieiro, de la misma época que los molinos. Allí dispondremos de un área de descanso acondicionada con mesas y barbacoas donde podremos reponer fuerzas para afrontar la subida a un mirador que se encuentra a medio kilómetro del lugar. 

      En Batán está uno de los molinos más importantes. La palabra «batán» hace referencia a la maquinaria empleada para moler el grano y también dan nombre a este conjunto etnográfico, como sucede también en lugares como el Concello de Meis. 

     Junto a este molino se alza una de las cascadas más llamativas, de unos 100 metros de altura pero cubierta por eucaliptos que dificultan su correcta visualización. 

     Siguiendo el camino largo aparece ante nosotros el Pazo das Cadeas, ya casi llegando a Herves, desde donde habrá que remontar cerca de un kilómetro por pistas forestales hasta llegar al punto de partida.

      El entorno del río Abelleira es un muestrario de naturaleza que también se puede recorrer a caballo o en bicicleta, aunque algunos de sus tramos puedan resultar impracticables en función de la época del año en la que lo visitemos. Los bosques de ribera se conservan entre las masas de eucaliptos. 

     Los helechos dan frondosidad a un bosque que proporciona agradables sombras al caminante. El rumor del río permite alejarse del ajetreo de la vida diaria y disfrutar de un entorno natural difícil de encontrar en las proximidades de una gran ciudad.

MAPA

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Fuente: Voz da Galicia

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