PETO DE SAN FIZ
FORZÁNS
PONTE CALDELAS
Peto de tipo abierto que presenta una hornacina grande y poco profunda, coronada por una cruz que se apoya en un reloj de sol y dos pináculos a los lados.
El retablo es de piedra poco policromada.
En el alto, una calavera, y bajo ella, una cruz enmarcada, sin figura, con dos estrellas a los lados.
En la segunda hilera dos almas más (dos mujeres).
Se
llama petos de ánimas a una de las manifestaciones materiales del culto
a los muertos y son, generalmente, sencillos monumentos de piedad
popular asociados a la idea del purgatorio.
En Galicia es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc.
Los historiadores y etnógrafos sitúan su aparición a partir de la Contrarreforma, datándose los más antiguos en el siglo XVII, aunque no sería hasta el siglo XVIII cuando se construyan con más profusión.
Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo.
Las limosnas no eran de carácter estrictamente monetario, también podía tratarse de productos agrícolas.
Los petos de ánimas suelen estar construidos en piedra con una cruz en lo alto, por lo general con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo).
En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal.
MAPA
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XOAN ARCO DA VELLA